Núcleo 3. Paisaje sensorial.
A partir de la segunda mitad de la década de los años cuarenta, el paisaje fue ganando prominencia en la producción de Alice Rahon. Esto se debió, en parte, al reconocimiento de una nueva geografía y entorno natural en México, con otra escala y formas de vida. En palabras de la artista: “[…] con mi descubrimiento del paisaje mexicano realicé una serie de pinturas en las que traté de dar la impresión de espacio infinito, de una escala dramática en la que los humanos son demasiado pequeños para ser vistos”. Estas imágenes contienen, así, un comentario sobre una nueva escala de lo humano con relación al mundo natural. Del mismo modo, al hablar de paisaje en la obra de Rahon se deben de considerar múltiples dimensiones. Como La reflexión (1947) ilustra, puede existir un paisaje exterior sobre la superficie y otros distintos, como el interior en esta pintura que, como cavernas y grutas, se mueve bajo la tierra.
Algunos de los paisajes que la artista pintó desde los años cuarenta se volvieron un sitio para la experimentación pictórica. En ellos, Rahon trató de diluir la división entre fondo y forma mediante áreas de color, articulando así un campo cromático de carácter expansivo que parece abarcar la totalidad de la superficie del cuadro. Asimismo, buscó la expresividad y sugerencia de esas áreas de color. En algunos casos, la aplicación de la pintura las vuelve sensorialmente vibrantes o luminosas. Lo anterior puede apreciarse en El viento (The Wind) (1958) con los campos azul y ámbar que articulan su imagen, delineada por un sofisticado esgrafiado que da forma a un trigal en movimiento que parece irradiar luz, junto a unas aves. Este tipo de solución que Rahon presentó en su pintura, parece borrar los límites entre las formas y los fondos, logra una mayor síntesis en sus soluciones, sin atenuar su expresividad y sugerencia; sin duda, impactó a una generación de artistas más jóvenes en México que, como ella, buscaban una redefinición del espacio pictórico más allá de las convenciones de la perspectiva tradicional y la representación figurativa, como Lilia Carrillo y Gunther Gerzso.