



SALA FLORAS DEL TIEMPO PROFUNDO
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Narrado por Jorge Obregón
Narrado por Jorge Obregón
Aunque José María Velasco practicaba la representación del natural —pintar basándose en lo que se observa— para ejecutar la serie de lienzos encargados por el Instituto Geológico Nacional (hoy Museo de Geología de la UNAM), tuvo que viajar a períodos geológicos pasados.
El proyecto se basó en las pinturas del Museo de Historia Natural de Viena, realizadas por el pintor austriaco Josef Hoffmann (1831-1904), que Velasco tomó como referencia para pintar diez composiciones de gran formato. Entre todos los seres vivos representados del tiempo profundo, destacan los helechos, una de las plantas más antiguas de la Tierra. Sus restos fósiles se remontan al Devónico medio (entre 383 y 393 millones de años), cuando aún no existían las plantas con flor.
La fascinación de Velasco por el pasado remoto, simbolizada en el helecho, se aprecia en su obra que plasmó con gran expresividad en pinturas como El bosque de Pacho (1875) y Paisaje fantástico (s/f). La relevancia de esta planta como puente con el pasado se evoca en esta sala mediante dos ejemplares de helechos arborescentes de las regiones de Puebla y Veracruz, lugares que Velasco recorrió durante sus viajes.
Josef Hoffmann
(Viena, Austria, 1831 – Viena, 1904)
El Silúrico y Devónico marino, fauna y flora.
Características del período Carbonífero en Bohemia.
Animales y plantas del período Carbonífero.
Características del período Triásico: los Alpes carboníferos del norte y del sur.
Flora y fauna marina del período Jurásico.
Características del período Cretácico en el sur de Austria: Hohe Wand nr Wiener Neustadt.
Animales y plantas del periodo Mioceno, siglo XIX
Impresiones sobre cartoncillo
Colección Museo Kaluz
Para recrear las pinturas del Museo de Historia Natural de Viena en el edificio del Instituto Geológico Nacional, hoy Museo de Geología de la UNAM, Velasco tomó como guía estas siete tarjetas postales publicadas con el trabajo del pintor vienés y añadió otras tres composiciones más para completar un total de diez lienzos: una de la flora y la fauna del Plioceno-Pleistoceno Cuaternario y dos escenas del Paleolítico incluyendo grupos de humanos como novedad.
En contradicción con la idea de la creación bíblica, las postales de Hoffmann realizan un tránsito por las etapas de la evolución de los organismos con énfasis en la botánica. En ellas se aprecian dos géneros pictóricos, el del paisaje y el de la naturaleza muerta. En este último es donde Hoffmann se adentra en el mundo de los fósiles.
Georg August Goldfuss (Thurnau, Alemania, 1782 – Bonn, Alemania, 1848) Georg Münster (Osnabrück, Alemania, 1776 – Bayreuth, Alemania,1844), editor
Petrefacta Musei Universitatis Regiae Borussicae Rhenanae Bonnensis. Arnz & Comp., Düsseldorf, 1826.
Libro
UNAM / Biblioteca del Instituto de Biología
Georg August Goldfuss (1782 – 1848) fue un paleontólogo alemán pionero en la clasificación de fósiles y el estudio de animales extintos con base en estos registros pétreos. Los fósiles son pruebas inigualables de la evolución de la vida. No sólo sirven para documentar las formas de vida que existieron, sino para mostrar la biodiversidad del pasado.
Publicado en 1826, este libro obtuvo un gran reconocimiento y todavía hoy sus ilustraciones sirven de referencia. Muy probablemente fue conocido por Josef Hoffmann y tomado como inspiración para la representación de los fósiles marinos de sus composiciones.
En 1831, Goldfuss descubrió el esqueleto de un pequeño pterosaurio y lo dibujó creando así una de las primeras obras de lo que será conocido como paleoarte, la disciplina que representa visualmente temas paleontológicos como organismos extintos y ecosistemas del pasado.
Aunque José María Velasco practicaba la representación del natural —pintar basándose en lo que se observa— para ejecutar la serie de lienzos encargados por el Instituto Geológico Nacional (hoy Museo de Geología de la UNAM), tuvo que viajar a períodos geológicos pasados.
El proyecto se basó en las pinturas del Museo de Historia Natural de Viena, realizadas por el pintor austriaco Josef Hoffmann (1831-1904), que Velasco tomó como referencia para pintar diez composiciones de gran formato. Entre todos los seres vivos representados del tiempo profundo, destacan los helechos, una de las plantas más antiguas de la Tierra. Sus restos fósiles se remontan al Devónico medio (entre 383 y 393 millones de años), cuando aún no existían las plantas con flor.
La fascinación de Velasco por el pasado remoto, simbolizada en el helecho, se aprecia en su obra que plasmó con gran expresividad en pinturas como El bosque de Pacho (1875) y Paisaje fantástico (s/f). La relevancia de esta planta como puente con el pasado se evoca en esta sala mediante dos ejemplares de helechos arborescentes de las regiones de Puebla y Veracruz, lugares que Velasco recorrió durante sus viajes.
Josef Hoffmann
(Viena, Austria, 1831 – Viena, 1904)
El Silúrico y Devónico marino, fauna y flora.
Características del período Carbonífero en Bohemia.
Animales y plantas del período Carbonífero.
Características del período Triásico: los Alpes carboníferos del norte y del sur.
Flora y fauna marina del período Jurásico.
Características del período Cretácico en el sur de Austria: Hohe Wand nr Wiener Neustadt.
Animales y plantas del periodo Mioceno, siglo XIX
Impresiones sobre cartoncillo
Colección Museo Kaluz
Para recrear las pinturas del Museo de Historia Natural de Viena en el edificio del Instituto Geológico Nacional, hoy Museo de Geología de la UNAM, Velasco tomó como guía estas siete tarjetas postales publicadas con el trabajo del pintor vienés y añadió otras tres composiciones más para completar un total de diez lienzos: una de la flora y la fauna del Plioceno-Pleistoceno Cuaternario y dos escenas del Paleolítico incluyendo grupos de humanos como novedad.
En contradicción con la idea de la creación bíblica, las postales de Hoffmann realizan un tránsito por las etapas de la evolución de los organismos con énfasis en la botánica. En ellas se aprecian dos géneros pictóricos, el del paisaje y el de la naturaleza muerta. En este último es donde Hoffmann se adentra en el mundo de los fósiles.
Georg August Goldfuss (Thurnau, Alemania, 1782 – Bonn, Alemania, 1848) Georg Münster (Osnabrück, Alemania, 1776 – Bayreuth, Alemania,1844), editor
Petrefacta Musei Universitatis Regiae Borussicae Rhenanae Bonnensis. Arnz & Comp., Düsseldorf, 1826.
Libro
UNAM / Biblioteca del Instituto de Biología
Georg August Goldfuss (1782 – 1848) fue un paleontólogo alemán pionero en la clasificación de fósiles y el estudio de animales extintos con base en estos registros pétreos. Los fósiles son pruebas inigualables de la evolución de la vida. No sólo sirven para documentar las formas de vida que existieron, sino para mostrar la biodiversidad del pasado.
Publicado en 1826, este libro obtuvo un gran reconocimiento y todavía hoy sus ilustraciones sirven de referencia. Muy probablemente fue conocido por Josef Hoffmann y tomado como inspiración para la representación de los fósiles marinos de sus composiciones.
En 1831, Goldfuss descubrió el esqueleto de un pequeño pterosaurio y lo dibujó creando así una de las primeras obras de lo que será conocido como paleoarte, la disciplina que representa visualmente temas paleontológicos como organismos extintos y ecosistemas del pasado.
Aunque José María Velasco practicaba la representación del natural —pintar basándose en lo que se observa— para ejecutar la serie de lienzos encargados por el Instituto Geológico Nacional (hoy Museo de Geología de la UNAM), tuvo que viajar a períodos geológicos pasados.
El proyecto se basó en las pinturas del Museo de Historia Natural de Viena, realizadas por el pintor austriaco Josef Hoffmann (1831-1904), que Velasco tomó como referencia para pintar diez composiciones de gran formato. Entre todos los seres vivos representados del tiempo profundo, destacan los helechos, una de las plantas más antiguas de la Tierra. Sus restos fósiles se remontan al Devónico medio (entre 383 y 393 millones de años), cuando aún no existían las plantas con flor.
La fascinación de Velasco por el pasado remoto, simbolizada en el helecho, se aprecia en su obra que plasmó con gran expresividad en pinturas como El bosque de Pacho (1875) y Paisaje fantástico (s/f). La relevancia de esta planta como puente con el pasado se evoca en esta sala mediante dos ejemplares de helechos arborescentes de las regiones de Puebla y Veracruz, lugares que Velasco recorrió durante sus viajes.
Josef Hoffmann
(Viena, Austria, 1831 – Viena, 1904)
El Silúrico y Devónico marino, fauna y flora.
Características del período Carbonífero en Bohemia.
Animales y plantas del período Carbonífero.
Características del período Triásico: los Alpes carboníferos del norte y del sur.
Flora y fauna marina del período Jurásico.
Características del período Cretácico en el sur de Austria: Hohe Wand nr Wiener Neustadt.
Animales y plantas del periodo Mioceno, siglo XIX
Impresiones sobre cartoncillo
Colección Museo Kaluz
Para recrear las pinturas del Museo de Historia Natural de Viena en el edificio del Instituto Geológico Nacional, hoy Museo de Geología de la UNAM, Velasco tomó como guía estas siete tarjetas postales publicadas con el trabajo del pintor vienés y añadió otras tres composiciones más para completar un total de diez lienzos: una de la flora y la fauna del Plioceno-Pleistoceno Cuaternario y dos escenas del Paleolítico incluyendo grupos de humanos como novedad.
En contradicción con la idea de la creación bíblica, las postales de Hoffmann realizan un tránsito por las etapas de la evolución de los organismos con énfasis en la botánica. En ellas se aprecian dos géneros pictóricos, el del paisaje y el de la naturaleza muerta. En este último es donde Hoffmann se adentra en el mundo de los fósiles.
Georg August Goldfuss (Thurnau, Alemania, 1782 – Bonn, Alemania, 1848) Georg Münster (Osnabrück, Alemania, 1776 – Bayreuth, Alemania,1844), editor
Petrefacta Musei Universitatis Regiae Borussicae Rhenanae Bonnensis. Arnz & Comp., Düsseldorf, 1826.
Libro
UNAM / Biblioteca del Instituto de Biología
Georg August Goldfuss (1782 – 1848) fue un paleontólogo alemán pionero en la clasificación de fósiles y el estudio de animales extintos con base en estos registros pétreos. Los fósiles son pruebas inigualables de la evolución de la vida. No sólo sirven para documentar las formas de vida que existieron, sino para mostrar la biodiversidad del pasado.
Publicado en 1826, este libro obtuvo un gran reconocimiento y todavía hoy sus ilustraciones sirven de referencia. Muy probablemente fue conocido por Josef Hoffmann y tomado como inspiración para la representación de los fósiles marinos de sus composiciones.
En 1831, Goldfuss descubrió el esqueleto de un pequeño pterosaurio y lo dibujó creando así una de las primeras obras de lo que será conocido como paleoarte, la disciplina que representa visualmente temas paleontológicos como organismos extintos y ecosistemas del pasado.