Inicio

0:00/1:34

Narrado por Jorge Obregón

Narrado por Jorge Obregón

El jardín de Velasco presenta una nueva mirada sobre el pintor a través de su mayor acervo reunido hasta la actualidad. Las plantas fueron para Velasco el centro de gravedad de sus creaciones, desde las extensas vistas hasta el reducido tamaño de sus postales. La constante presencia de la botánica en sus dibujos, bocetos, libretas y pinturas muestran tanto al artista como al científico. 

José María Velasco (Temascalcingo, Edo. de México, 1840 - Ciudad de México, 1912) es reconocido como el gran paisajista nacional, su acervo revela a un artista más complejo y polifacético que el mostrado hasta hoy. Adquirido por el Museo Kaluz en 2023 de la bisnieta del artista —María Elena Altamirano Piolle, quien lo reunió e investigó— este acervo inédito está compuesto por más de 2,000 obras de arte y objetos de excepcional valor y de muy diversa índole que acompañaron al artista durante su vida. Es una colección que invita a la investigación futura en torno a las múltiples dimensiones del artista. 

Esta exposición tiene como intención fundamental mostrar un nuevo Velasco a través de sus proyectos botánicos y su participación en los circuitos científicos locales e internacionales. Desde su acercamiento a la flora del valle de México hasta la representación de pasados remotos, su obra se une a las búsquedas de la ciencia del siglo XIX. El título El jardín de Velasco alude a su territorio de estudio y contemplación, un espacio vegetal en donde arte y conocimiento se entrelazan. 

A lo largo del recorrido, cuatro instalaciones de artistas contemporáneos comisionadas para esta exposición exploran la actualidad del pintor. Jan Hendrix (Maasbree, Países Bajos, 1949), Patricia Lagarde (Ciudad de México, 1961), Wendy Cabrera Rubio (Ciudad de México, 1993) y Ariel Guzik (Ciudad de México, 1960) recuperan su obra en los debates del arte actual. 

A través de materiales inéditos, se ofrece una relectura del artista canónico desde la construcción de sus saberes y su arte. Esta muestra viva revela la vigencia de aquellos proyectos que, desde la observación y el pensamiento científico, nos invitan a pensar nuestra relación con la naturaleza en la actualidad. Hoy, Velasco detona preguntas sobre las formas en que nos construimos un lugar en el mundo.


Caja de pintura de campo de José María Velasco, s/f
Madera ensamblada y pintada con instrumentos para pintura al aire libre: paleta de pintura, pinceles, escuadras, tachuelas, cuñas de madera, frascos, trapos, goma, recipientes de cerámica y estuche de aluminio
Colección Museo Kaluz

Parasol de José María Velasco, s/f
Lino cocido sobre estructura metálica y soporte de madera
Colección Museo Kaluz

Banco tripoide de José María Velasco, s/f
Cuero gofrado con costura de cuero sobre tripie de madera    
Colección Museo Kaluz

Cobijado a la sombra de este parasol, se sentaba José María Velasco para pintar las excepcionales composiciones que aún hoy admiramos. Una vez encontrado el punto de vista, la perspectiva apropiada y el emplazamiento idóneo, el artista instalaba el parasol, el banquito y la caja de pintura sobre un trípode para comenzar la sesión de trabajo. 

En el interior de esta caja de pintura se descubren algunos de los utensilios y materiales empleados habitualmente por el artista en sus salidas al campo. La paleta del pintor —un objeto de enorme valor para el Archivo Velasco y para todos los admiradores de su obra­— muestra un marcado predominio del color verde presente en múltiples tonos, al tiempo que nos transmite información cifrada sobre la técnica, la personalidad, el gesto e incluso las costumbres de Velasco.

Todos ellos son materiales originales pertenecientes al artista que se exhiben por primera vez al público con motivo de esta exposición.

El jardín de Velasco presenta una nueva mirada sobre el pintor a través de su mayor acervo reunido hasta la actualidad. Las plantas fueron para Velasco el centro de gravedad de sus creaciones, desde las extensas vistas hasta el reducido tamaño de sus postales. La constante presencia de la botánica en sus dibujos, bocetos, libretas y pinturas muestran tanto al artista como al científico. 

José María Velasco (Temascalcingo, Edo. de México, 1840 - Ciudad de México, 1912) es reconocido como el gran paisajista nacional, su acervo revela a un artista más complejo y polifacético que el mostrado hasta hoy. Adquirido por el Museo Kaluz en 2023 de la bisnieta del artista —María Elena Altamirano Piolle, quien lo reunió e investigó— este acervo inédito está compuesto por más de 2,000 obras de arte y objetos de excepcional valor y de muy diversa índole que acompañaron al artista durante su vida. Es una colección que invita a la investigación futura en torno a las múltiples dimensiones del artista. 

Esta exposición tiene como intención fundamental mostrar un nuevo Velasco a través de sus proyectos botánicos y su participación en los circuitos científicos locales e internacionales. Desde su acercamiento a la flora del valle de México hasta la representación de pasados remotos, su obra se une a las búsquedas de la ciencia del siglo XIX. El título El jardín de Velasco alude a su territorio de estudio y contemplación, un espacio vegetal en donde arte y conocimiento se entrelazan. 

A lo largo del recorrido, cuatro instalaciones de artistas contemporáneos comisionadas para esta exposición exploran la actualidad del pintor. Jan Hendrix (Maasbree, Países Bajos, 1949), Patricia Lagarde (Ciudad de México, 1961), Wendy Cabrera Rubio (Ciudad de México, 1993) y Ariel Guzik (Ciudad de México, 1960) recuperan su obra en los debates del arte actual. 

A través de materiales inéditos, se ofrece una relectura del artista canónico desde la construcción de sus saberes y su arte. Esta muestra viva revela la vigencia de aquellos proyectos que, desde la observación y el pensamiento científico, nos invitan a pensar nuestra relación con la naturaleza en la actualidad. Hoy, Velasco detona preguntas sobre las formas en que nos construimos un lugar en el mundo.


Caja de pintura de campo de José María Velasco, s/f
Madera ensamblada y pintada con instrumentos para pintura al aire libre: paleta de pintura, pinceles, escuadras, tachuelas, cuñas de madera, frascos, trapos, goma, recipientes de cerámica y estuche de aluminio
Colección Museo Kaluz

Parasol de José María Velasco, s/f
Lino cocido sobre estructura metálica y soporte de madera
Colección Museo Kaluz

Banco tripoide de José María Velasco, s/f
Cuero gofrado con costura de cuero sobre tripie de madera    
Colección Museo Kaluz

Cobijado a la sombra de este parasol, se sentaba José María Velasco para pintar las excepcionales composiciones que aún hoy admiramos. Una vez encontrado el punto de vista, la perspectiva apropiada y el emplazamiento idóneo, el artista instalaba el parasol, el banquito y la caja de pintura sobre un trípode para comenzar la sesión de trabajo. 

En el interior de esta caja de pintura se descubren algunos de los utensilios y materiales empleados habitualmente por el artista en sus salidas al campo. La paleta del pintor —un objeto de enorme valor para el Archivo Velasco y para todos los admiradores de su obra­— muestra un marcado predominio del color verde presente en múltiples tonos, al tiempo que nos transmite información cifrada sobre la técnica, la personalidad, el gesto e incluso las costumbres de Velasco.

Todos ellos son materiales originales pertenecientes al artista que se exhiben por primera vez al público con motivo de esta exposición.

El jardín de Velasco presenta una nueva mirada sobre el pintor a través de su mayor acervo reunido hasta la actualidad. Las plantas fueron para Velasco el centro de gravedad de sus creaciones, desde las extensas vistas hasta el reducido tamaño de sus postales. La constante presencia de la botánica en sus dibujos, bocetos, libretas y pinturas muestran tanto al artista como al científico. 

José María Velasco (Temascalcingo, Edo. de México, 1840 - Ciudad de México, 1912) es reconocido como el gran paisajista nacional, su acervo revela a un artista más complejo y polifacético que el mostrado hasta hoy. Adquirido por el Museo Kaluz en 2023 de la bisnieta del artista —María Elena Altamirano Piolle, quien lo reunió e investigó— este acervo inédito está compuesto por más de 2,000 obras de arte y objetos de excepcional valor y de muy diversa índole que acompañaron al artista durante su vida. Es una colección que invita a la investigación futura en torno a las múltiples dimensiones del artista. 

Esta exposición tiene como intención fundamental mostrar un nuevo Velasco a través de sus proyectos botánicos y su participación en los circuitos científicos locales e internacionales. Desde su acercamiento a la flora del valle de México hasta la representación de pasados remotos, su obra se une a las búsquedas de la ciencia del siglo XIX. El título El jardín de Velasco alude a su territorio de estudio y contemplación, un espacio vegetal en donde arte y conocimiento se entrelazan. 

A lo largo del recorrido, cuatro instalaciones de artistas contemporáneos comisionadas para esta exposición exploran la actualidad del pintor. Jan Hendrix (Maasbree, Países Bajos, 1949), Patricia Lagarde (Ciudad de México, 1961), Wendy Cabrera Rubio (Ciudad de México, 1993) y Ariel Guzik (Ciudad de México, 1960) recuperan su obra en los debates del arte actual. 

A través de materiales inéditos, se ofrece una relectura del artista canónico desde la construcción de sus saberes y su arte. Esta muestra viva revela la vigencia de aquellos proyectos que, desde la observación y el pensamiento científico, nos invitan a pensar nuestra relación con la naturaleza en la actualidad. Hoy, Velasco detona preguntas sobre las formas en que nos construimos un lugar en el mundo.


Caja de pintura de campo de José María Velasco, s/f
Madera ensamblada y pintada con instrumentos para pintura al aire libre: paleta de pintura, pinceles, escuadras, tachuelas, cuñas de madera, frascos, trapos, goma, recipientes de cerámica y estuche de aluminio
Colección Museo Kaluz

Parasol de José María Velasco, s/f
Lino cocido sobre estructura metálica y soporte de madera
Colección Museo Kaluz

Banco tripoide de José María Velasco, s/f
Cuero gofrado con costura de cuero sobre tripie de madera    
Colección Museo Kaluz

Cobijado a la sombra de este parasol, se sentaba José María Velasco para pintar las excepcionales composiciones que aún hoy admiramos. Una vez encontrado el punto de vista, la perspectiva apropiada y el emplazamiento idóneo, el artista instalaba el parasol, el banquito y la caja de pintura sobre un trípode para comenzar la sesión de trabajo. 

En el interior de esta caja de pintura se descubren algunos de los utensilios y materiales empleados habitualmente por el artista en sus salidas al campo. La paleta del pintor —un objeto de enorme valor para el Archivo Velasco y para todos los admiradores de su obra­— muestra un marcado predominio del color verde presente en múltiples tonos, al tiempo que nos transmite información cifrada sobre la técnica, la personalidad, el gesto e incluso las costumbres de Velasco.

Todos ellos son materiales originales pertenecientes al artista que se exhiben por primera vez al público con motivo de esta exposición.