



Todos los grandes arhats
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Narrado por Jorge Obregón
Narrado por Jorge Obregón



En la tradición budista, la palabra sánscrita arhat (羅漢; chn: luohan, jpn: rakan) designa a aquel que ha alcanzado la perfección espiritual. En el budismo chino y japonés, a menudo se asocia con los discípulos originales del Buda.
Dividiendo el espacio de la obra, Shimizu representa a cuatro de estos arhats en la mitad inferior como una gran mancha, apenas distinguibles gracias a sus rostros ligeramente caricaturescos. La parte superior está ocupada por una frase en caligrafía que remite a un estilo más cercano a la escritura estándar, pero cuyos trazos son quebrados, irregulares y de gran libertad, en contraste con la mayoría de las obras que se presentan en esta sección.
A los setenta años, Shimizu decidió abandonar los votos budistas para entregarse por completo a la vida artística. Su obra pictórica y caligráfica ha sido descrita como impulsiva y, en ocasiones, grotesca. No obstante, los temas budistas siguieron ocupando un lugar central en su producción, como se aprecia claramente en este ejemplo.
Shimizu Kōshō 清水公焦 (1911-1999)
Todos los grandes arhats 皆是大阿羅漢, s/f
Rollo vertical; tinta y color sobre papel
Colección Terry Welch, Museo Kaluz
Shimizu Kōshō 清水公焦 (1911-1999)
Todos los grandes arhats 皆是大阿羅漢, s/f
Rollo vertical; tinta y color sobre papel
Colección Terry Welch, Museo Kaluz
En la tradición budista, la palabra sánscrita arhat (羅漢; chn: luohan, jpn: rakan) designa a aquel que ha alcanzado la perfección espiritual. En el budismo chino y japonés, a menudo se asocia con los discípulos originales del Buda.
Dividiendo el espacio de la obra, Shimizu representa a cuatro de estos arhats en la mitad inferior como una gran mancha, apenas distinguibles gracias a sus rostros ligeramente caricaturescos. La parte superior está ocupada por una frase en caligrafía que remite a un estilo más cercano a la escritura estándar, pero cuyos trazos son quebrados, irregulares y de gran libertad, en contraste con la mayoría de las obras que se presentan en esta sección.
A los setenta años, Shimizu decidió abandonar los votos budistas para entregarse por completo a la vida artística. Su obra pictórica y caligráfica ha sido descrita como impulsiva y, en ocasiones, grotesca. No obstante, los temas budistas siguieron ocupando un lugar central en su producción, como se aprecia claramente en este ejemplo.
En la tradición budista, la palabra sánscrita arhat (羅漢; chn: luohan, jpn: rakan) designa a aquel que ha alcanzado la perfección espiritual. En el budismo chino y japonés, a menudo se asocia con los discípulos originales del Buda.
Dividiendo el espacio de la obra, Shimizu representa a cuatro de estos arhats en la mitad inferior como una gran mancha, apenas distinguibles gracias a sus rostros ligeramente caricaturescos. La parte superior está ocupada por una frase en caligrafía que remite a un estilo más cercano a la escritura estándar, pero cuyos trazos son quebrados, irregulares y de gran libertad, en contraste con la mayoría de las obras que se presentan en esta sección.
A los setenta años, Shimizu decidió abandonar los votos budistas para entregarse por completo a la vida artística. Su obra pictórica y caligráfica ha sido descrita como impulsiva y, en ocasiones, grotesca. No obstante, los temas budistas siguieron ocupando un lugar central en su producción, como se aprecia claramente en este ejemplo.