[La naturaleza de las cosas]

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Narrado por Jorge Obregón

Narrado por Jorge Obregón

Esta frase de cuatro caracteres (jinen hōni) se vincula con la idea de dejar que las cosas sigan su curso natural. Es una expresión budista que alude a la necesidad de abandonar el autocontrol y entregarse a la fe en Buda. El monje y calígrafo Kaiun representa visualmente el sentido de esta frase con un estilo cursivo interconectado, espontáneo, rápido y fluido.

Las caligrafías en formato vertical como esta (kakejiku 掛軸) podían tener distintas funciones. En contextos budistas servían a menudo como apoyo para la meditación o como ejercicios para el entrenamiento de los discípulos. En otras ocasiones eran realizadas por encargo, o se colocaban en el tokonoma 床の間 (un nicho en habitaciones de estilo shoin 書院, destinado a la exhibición de objetos para la apreciación estética) como parte de actividades como la ceremonia del té, o para crear el ambiente adecuado durante la visita de un invitado.

Kamitsukasa Kaiun 上司海雲 (1907-1975)

[La naturaleza de las cosas], s/f

Rollo vertical, tinta sobre papel

Colección Terry Welch, Museo Kaluz

Kamitsukasa Kaiun 上司海雲 (1907-1975)

[La naturaleza de las cosas], s/f

Rollo vertical, tinta sobre papel

Colección Terry Welch, Museo Kaluz

Esta frase de cuatro caracteres (jinen hōni) se vincula con la idea de dejar que las cosas sigan su curso natural. Es una expresión budista que alude a la necesidad de abandonar el autocontrol y entregarse a la fe en Buda. El monje y calígrafo Kaiun representa visualmente el sentido de esta frase con un estilo cursivo interconectado, espontáneo, rápido y fluido.

Las caligrafías en formato vertical como esta (kakejiku 掛軸) podían tener distintas funciones. En contextos budistas servían a menudo como apoyo para la meditación o como ejercicios para el entrenamiento de los discípulos. En otras ocasiones eran realizadas por encargo, o se colocaban en el tokonoma 床の間 (un nicho en habitaciones de estilo shoin 書院, destinado a la exhibición de objetos para la apreciación estética) como parte de actividades como la ceremonia del té, o para crear el ambiente adecuado durante la visita de un invitado.

Esta frase de cuatro caracteres (jinen hōni) se vincula con la idea de dejar que las cosas sigan su curso natural. Es una expresión budista que alude a la necesidad de abandonar el autocontrol y entregarse a la fe en Buda. El monje y calígrafo Kaiun representa visualmente el sentido de esta frase con un estilo cursivo interconectado, espontáneo, rápido y fluido.

Las caligrafías en formato vertical como esta (kakejiku 掛軸) podían tener distintas funciones. En contextos budistas servían a menudo como apoyo para la meditación o como ejercicios para el entrenamiento de los discípulos. En otras ocasiones eran realizadas por encargo, o se colocaban en el tokonoma 床の間 (un nicho en habitaciones de estilo shoin 書院, destinado a la exhibición de objetos para la apreciación estética) como parte de actividades como la ceremonia del té, o para crear el ambiente adecuado durante la visita de un invitado.

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