[Vista maravillosa]

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Narrado por Jorge Obregón

Narrado por Jorge Obregón

Nukina Kaioku fue considerado uno de los tres grandes calígrafos del siglo XIX. Hijo de un samurái al servicio del dominio de Tokushima 徳島, se formó en pintura en Nagasaki y Edo, además de estudiar confucianismo. Más adelante fundó su propia escuela en Kioto, donde se desempeñó como maestro confuciano. 

En esta obra, Kaioku nos ofrece dos ideogramas en un estilo cursivo donde el trazo es firme y la tinta densa, resultando en una caligrafía elegante, más ortodoxa, que se inspira en la tradición china de la dinastía Tang 唐 (618-907 dC).

La caligrafía japonesa mantiene un estrecho vínculo con la tradición china, no solo en el uso de la tinta, los estilos de escritura y las técnicas caligráficas, sino también en los contenidos de los textos, que en ocasiones incluyen poemas clásicos de la literatura china.

Nukina Kaioku 貫名海屋 (1778-1863)

[Vista maravillosa], s/f

Rollo vertical; tinta sobre papel

Colección Terry Welch, Museo Kaluz

Nukina Kaioku 貫名海屋 (1778-1863)

[Vista maravillosa], s/f

Rollo vertical; tinta sobre papel

Colección Terry Welch, Museo Kaluz

Nukina Kaioku fue considerado uno de los tres grandes calígrafos del siglo XIX. Hijo de un samurái al servicio del dominio de Tokushima 徳島, se formó en pintura en Nagasaki y Edo, además de estudiar confucianismo. Más adelante fundó su propia escuela en Kioto, donde se desempeñó como maestro confuciano. 

En esta obra, Kaioku nos ofrece dos ideogramas en un estilo cursivo donde el trazo es firme y la tinta densa, resultando en una caligrafía elegante, más ortodoxa, que se inspira en la tradición china de la dinastía Tang 唐 (618-907 dC).

La caligrafía japonesa mantiene un estrecho vínculo con la tradición china, no solo en el uso de la tinta, los estilos de escritura y las técnicas caligráficas, sino también en los contenidos de los textos, que en ocasiones incluyen poemas clásicos de la literatura china.

Nukina Kaioku fue considerado uno de los tres grandes calígrafos del siglo XIX. Hijo de un samurái al servicio del dominio de Tokushima 徳島, se formó en pintura en Nagasaki y Edo, además de estudiar confucianismo. Más adelante fundó su propia escuela en Kioto, donde se desempeñó como maestro confuciano. 

En esta obra, Kaioku nos ofrece dos ideogramas en un estilo cursivo donde el trazo es firme y la tinta densa, resultando en una caligrafía elegante, más ortodoxa, que se inspira en la tradición china de la dinastía Tang 唐 (618-907 dC).

La caligrafía japonesa mantiene un estrecho vínculo con la tradición china, no solo en el uso de la tinta, los estilos de escritura y las técnicas caligráficas, sino también en los contenidos de los textos, que en ocasiones incluyen poemas clásicos de la literatura china.

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