19.La casa del dios de las aguas, 2022
Se aprecian los dos lagos: el del Sol y el de la Luna; entre éstos hay un pequeño cerro llamado El Ombligo, en cuya cima permanece un adoratorio. Al observar el calendario de horizonte hacia el oriente, en la lejanía se pueden ver los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, así como el Ajusco. Son puntos de referencia para la salida del Sol, vista desde el sitio El Mirador, donde la estudié y observé en diferentes fechas. Se distinguen asimismo los principales picos del cráter, que llevan como nombres —de izquierda a derecha— Heilprin, Humboldt, Campanario y del Fraile, siendo este último la cumbre.
Maqueta del Nevado de Toluca
En el borde del cráter del Nevado de Toluca –también conocido como Xinantécatl o Chicnautécatl– se ubica El Mirador, uno de los observatorios a mayor altitud de la América septentrional, establecido por los pueblos originarios de México desde el año 600 d.C. Los pueblos que acudían a la cima del cerro utilizaron este lugar para observar el movimiento del sol a lo largo del año.
El amanecer se aprecia desde distintos puntos, lo que hace del horizonte un referente para señalar el tránsito del sol y, con él, los días correspondientes al calendario. El horizonte desde ese punto se compone por el volcán Iztaccíhuatl, el Popocatépetl, el Tláloc y el Telapón, así como por los picos del cráter del Nevado, principalmente el pico Humboldt, desde donde se ve aparecer el sol durante los días del solsticio de invierno –del 21 al 25 de diciembre–, días en que la luz solar se alarga y la noche va haciéndose más corta. A partir del solsticio, el sol va apareciendo cada vez más al norte hasta alcanzar su extremo septentrional entre el 20 y el 22 de junio, fechas del solsticio de verano. En estos días el fenómeno se invierte, y el día comienza a ganar terreno a la noche.



