Marrubio de Monte (Marrubium vulgare)


Introducida de Eurasia y el Norte de África

Se alza hasta un metro de altura sobre un tallo cuadrangular de tono grisáceo. Sus hojas son fácilmente reconocibles: opuestas, dentadas, y notablemente peludas y rugosas. Es polinizada por abejas, mariposas y moscas de las flores.

Ha sido utilizado con fines ceremoniales, religiosos y medicinales; de hecho, estudios actuales han documentado sus propiedades antioxidantes. Históricamente, se ha empleado para tratar infecciones, inflamaciones, heridas e hipertensión, y como sedativo. Sus usos principales se han centrado en el tratamiento de desórdenes gastrointestinales (como diarrea, digestiones difíciles, sobrepeso y obesidad) y respiratorios (incluyendo catarros, tos, bronquitis, gripes, faringitis, asma y fiebre). A pesar de ser una especie introducida, se ha incorporado plenamente a la herbolaria mexicana.

En México, se encuentra principalmente en las zonas áridas de la Altiplanicie Mexicana y en los bosques de las Sierras Madres. Dentro de la Cuenca de México, está ampliamente distribuida en las partes bajas y alteradas, demostrando su increíble capacidad de adaptación.

Alache o violeta (Anoda cristata)


Nativa de América

También conocido como violeta o malva cimarrona, es una hierba o arbusto anual que es polinizada por abejas y mariposas.  

Además de su valor ornamental, el alache es un apreciado quelite en la gastronomía mexicana: se consumen sus tallos tiernos, hojas y flores, que suelen añadirse a guisos como el caldo de calabacitas y ejotes. También se le reconocen propiedades medicinales: se usa contra malestares gastrointestinales y respiratorios, en la curación de heridas, como antipirético y analgésico, e incluso se ha reportado que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre.

Es una especie muy extendida en el continente americano, desde Estados Unidos hasta Argentina. En México crece prácticamente en todo el territorio, aunque es menos frecuente en zonas áridas. En la Cuenca de México aparece sobre todo en áreas perturbadas, como maleza en campos de cultivo o a la orilla de los caminos.

Marrubio de Monte (Marrubium vulgare)


Introducida de Eurasia y el Norte de África

Se alza hasta un metro de altura sobre un tallo cuadrangular de tono grisáceo. Sus hojas son fácilmente reconocibles: opuestas, dentadas, y notablemente peludas y rugosas. Es polinizada por abejas, mariposas y moscas de las flores.

Ha sido utilizado con fines ceremoniales, religiosos y medicinales; de hecho, estudios actuales han documentado sus propiedades antioxidantes. Históricamente, se ha empleado para tratar infecciones, inflamaciones, heridas e hipertensión, y como sedativo. Sus usos principales se han centrado en el tratamiento de desórdenes gastrointestinales (como diarrea, digestiones difíciles, sobrepeso y obesidad) y respiratorios (incluyendo catarros, tos, bronquitis, gripes, faringitis, asma y fiebre). A pesar de ser una especie introducida, se ha incorporado plenamente a la herbolaria mexicana.

En México, se encuentra principalmente en las zonas áridas de la Altiplanicie Mexicana y en los bosques de las Sierras Madres. Dentro de la Cuenca de México, está ampliamente distribuida en las partes bajas y alteradas, demostrando su increíble capacidad de adaptación.

Alache o violeta (Anoda cristata)


Nativa de América

También conocido como violeta o malva cimarrona, es una hierba o arbusto anual que es polinizada por abejas y mariposas.  

Además de su valor ornamental, el alache es un apreciado quelite en la gastronomía mexicana: se consumen sus tallos tiernos, hojas y flores, que suelen añadirse a guisos como el caldo de calabacitas y ejotes. También se le reconocen propiedades medicinales: se usa contra malestares gastrointestinales y respiratorios, en la curación de heridas, como antipirético y analgésico, e incluso se ha reportado que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre.

Es una especie muy extendida en el continente americano, desde Estados Unidos hasta Argentina. En México crece prácticamente en todo el territorio, aunque es menos frecuente en zonas áridas. En la Cuenca de México aparece sobre todo en áreas perturbadas, como maleza en campos de cultivo o a la orilla de los caminos.