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Pintor y científico
Pintor y científico
La producción artística de José María Velasco está estrechamente vinculada con las prácticas científicas del siglo XIX. Además de pintor, fue un investigador y autor que participó activamente en el papel cada vez más protagónico de la ciencia en las sociedades decimonónicas. Formado en la Academia de San Carlos bajo la tutela del pintor italiano Eugenio Landesio (1809-1874), compartió con su maestro el interés por la geología y la botánica.
A través de sus pinturas y publicaciones, Velasco contribuyó a conformar un imaginario mineral, zoológico, botánico y arqueológico, campos de conocimiento fundamentales para dar sentido al tiempo geológico, el pasado antiguo y las regiones naturales del país.
Las obras reunidas en esta sala dan cuenta de su carrera multifacética, que abarca desde su participación en exploraciones arqueológicas hasta su intervención en el debate sobre el evolucionismo. El legado visual aquí presentado nos permite acercarnos al observador naturalista cuyos trazos fueron ejercicios de conocimiento.
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Lámina VII para el estudio Descripción, metamorfosis y costumbres de una nueva especie del género Siredón publicada en la revista La Naturaleza. Periódico científico de la Sociedad mexicana de Historia Natural, v.4 (1877-1879), 1879
Litografía
Colección Museo Kaluz
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Lámina VIII para el estudio Descripción, metamorfosis y costumbres de una nueva especie del género Siredón publicada en la revista La Naturaleza. Periódico científico de la Sociedad mexicana de Historia Natural, v.4 (1877-1879), 1879
Litografía coloreada
UNAM / Colección Histórica de la Biblioteca del Instituto de Biología
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Transformación del ajolote mexicano en amblistoma por el Sr. Dr. Augusto Weismann. Anotaciones y observaciones a esta memoria, 1880
Impreso encuadernado en rústica
Colección Museo Kaluz
P. Wintrebert
Carta dirigida a José María Velasco acerca de la memoria aparecida en 1880 sobre la metamorfosis de los ajolotes, c. 1880
Tinta sobre papel
Colección Museo Kaluz
Velasco estudió la transformación de los ajolotes en salamandras, un tema central en el debate evolutivo del siglo XIX. Mediante la disección anatómica, que mostró en una de las tres láminas de su artículo, Velasco buscó refutar los experimentos del darwinista alemán August Weismann, lo que tuvo repercusión en el debate internacional.
Un ejemplo de ello es que, a raíz de su estudio, el preparador de anatomía comparada de la Sorbona, P. Wintrebert, escribió a Velasco para consultarle sobre las especies que había estudiado. Esta carta inédita muestra la amplia recepción del trabajo de Velasco.
Esta circulación de estudios, imágenes y especímenes marca el inicio de una larga serie de experimentos con especies mexicanas de ajolotes (Ambystoma mexicanum), endémicas de los lagos de México. Los descendientes de los ajolotes enviados a Europa viven principalmente en laboratorios de todo el mundo, mientras que en su hábitat natural se encuentran en peligro de extinción.
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Libreta 2, pp. 108-109, 1856
Encuadernado tipo entera en cuero con detalle en dorados, grafito y albayalde sobre papel
Colección Museo Kaluz
En el recorrido de esta exposición se exhiben siete libretas del pintor que permiten adentrarse en su proceso creativo. Como parte de su archivo, estos materiales, presentados hasta ahora, dan testimonio del Velasco naturalista.
En sus páginas se encuentran plantas recolectadas, dibujos botánicos, apuntes, figuras humanas y animales, bocetos de paisajes, así como superficies de troncos, suelos o rocas que transmiten los gestos precisos del dibujante.
Más que diarios de campo, las libretas son instrumentos de creación y conocimiento. Algunas muestran una observación disciplinada de las formas vegetales. Un caso es el dibujo de esta flor, que, según los especialistas, podría corresponder a Strongylodon lucidus G. Forst. o Mucuna benetti F. Muell.
Las libretas del pintor revelan una gran diversidad de prácticas asociadas a su comprensión del paisaje.
Aneroide barómetro, ca. 1870
Fabricado por Paul Naudet
Bronce, cristal y cuero
Se utiliza para medir la presión atmosférica
Barómetro de mercurio, ca. 1890 - 1915
Negretti & Zambra, Londres
Bronce, cristal, marfil y mercurio
Flexómetro en centímetros y pulgadas, principios del s. XX
Manufactura inglesa
Fierro, bronce y tela
Catalejo, ca. 1870
Fabricado por Dollond, Londres
Bronce, cristal y madera de caoba
Binoculares multifuncionales con aumentos para mar, campo y teatro, finales del s. XIX
Fabricación francesa
Bronce, cristal y baquelita
Anteojos de presión para lectura, principios del s. XX
Acero, cristal y baquelita
Brújula equinoccial y reloj de sol, ca. 1880- 1915
Fabricación francesa
Bronce laqueado, bronce plateado, acero y cristal
Teodolito de minero, ca. 1890 - 1910
Fabricado por Troughton & Simms, Londres
Bronce, cristal y otros metales
Se utiliza para medir ángulos horizontales y verticales, distancias y elevaciones.
Termómetro e higrómetro, ca. 1860
Fabricado por Saussure
Bronce plateado, cristal, mercurio y cabello
Para medir temperatura y humedad del ambiente
Lupa botánica tipo Coddington, s. XIX
Fabricación alemana
Bronce y cristal
Colección Rickards de Historia Natural e instrumentos científicos
En 1865, siendo estudiante, Velasco se unió a sus compañeros de la Academia, Luis Coto y Rafael Montes de Oca, en una comisión exploradora que tenía la misión de informar sobre el hallazgo de unas ruinas en Metlaltoyuca, en el límite entre Puebla y Veracruz. Según informó el jefe de la comisión, Ramón Almaraz, en la memoria publicada, llevaron un teodolito de Troughton & Simms, una brújula de la misma marca, un anteojo de Rochon, un termómetro y una cinta métrica. Por temor a que se rompiera el barómetro de Gay-Lussac en el agreste camino, llevaron un aneroide. El grupo también llevó una cámara fotográfica, aunque Almaraz especificó que el trabajo de los dibujantes era indispensable para representar lo que este aparato no podía. Este conjunto de instrumentos hace referencia al papel concedido al dibujo en la exploración y su relación con los registros de medidas.
La producción artística de José María Velasco está estrechamente vinculada con las prácticas científicas del siglo XIX. Además de pintor, fue un investigador y autor que participó activamente en el papel cada vez más protagónico de la ciencia en las sociedades decimonónicas. Formado en la Academia de San Carlos bajo la tutela del pintor italiano Eugenio Landesio (1809-1874), compartió con su maestro el interés por la geología y la botánica.
A través de sus pinturas y publicaciones, Velasco contribuyó a conformar un imaginario mineral, zoológico, botánico y arqueológico, campos de conocimiento fundamentales para dar sentido al tiempo geológico, el pasado antiguo y las regiones naturales del país.
Las obras reunidas en esta sala dan cuenta de su carrera multifacética, que abarca desde su participación en exploraciones arqueológicas hasta su intervención en el debate sobre el evolucionismo. El legado visual aquí presentado nos permite acercarnos al observador naturalista cuyos trazos fueron ejercicios de conocimiento.
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Lámina VII para el estudio Descripción, metamorfosis y costumbres de una nueva especie del género Siredón publicada en la revista La Naturaleza. Periódico científico de la Sociedad mexicana de Historia Natural, v.4 (1877-1879), 1879
Litografía
Colección Museo Kaluz
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Lámina VIII para el estudio Descripción, metamorfosis y costumbres de una nueva especie del género Siredón publicada en la revista La Naturaleza. Periódico científico de la Sociedad mexicana de Historia Natural, v.4 (1877-1879), 1879
Litografía coloreada
UNAM / Colección Histórica de la Biblioteca del Instituto de Biología
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Transformación del ajolote mexicano en amblistoma por el Sr. Dr. Augusto Weismann. Anotaciones y observaciones a esta memoria, 1880
Impreso encuadernado en rústica
Colección Museo Kaluz
P. Wintrebert
Carta dirigida a José María Velasco acerca de la memoria aparecida en 1880 sobre la metamorfosis de los ajolotes, c. 1880
Tinta sobre papel
Colección Museo Kaluz
Velasco estudió la transformación de los ajolotes en salamandras, un tema central en el debate evolutivo del siglo XIX. Mediante la disección anatómica, que mostró en una de las tres láminas de su artículo, Velasco buscó refutar los experimentos del darwinista alemán August Weismann, lo que tuvo repercusión en el debate internacional.
Un ejemplo de ello es que, a raíz de su estudio, el preparador de anatomía comparada de la Sorbona, P. Wintrebert, escribió a Velasco para consultarle sobre las especies que había estudiado. Esta carta inédita muestra la amplia recepción del trabajo de Velasco.
Esta circulación de estudios, imágenes y especímenes marca el inicio de una larga serie de experimentos con especies mexicanas de ajolotes (Ambystoma mexicanum), endémicas de los lagos de México. Los descendientes de los ajolotes enviados a Europa viven principalmente en laboratorios de todo el mundo, mientras que en su hábitat natural se encuentran en peligro de extinción.
José María Velasco
(Temascalcingo, Edo. de México, 1840 – Ciudad de México, 1912)
Libreta 2, pp. 108-109, 1856
Encuadernado tipo entera en cuero con detalle en dorados, grafito y albayalde sobre papel
Colección Museo Kaluz
En el recorrido de esta exposición se exhiben siete libretas del pintor que permiten adentrarse en su proceso creativo. Como parte de su archivo, estos materiales, presentados hasta ahora, dan testimonio del Velasco naturalista.
En sus páginas se encuentran plantas recolectadas, dibujos botánicos, apuntes, figuras humanas y animales, bocetos de paisajes, así como superficies de troncos, suelos o rocas que transmiten los gestos precisos del dibujante.
Más que diarios de campo, las libretas son instrumentos de creación y conocimiento. Algunas muestran una observación disciplinada de las formas vegetales. Un caso es el dibujo de esta flor, que, según los especialistas, podría corresponder a Strongylodon lucidus G. Forst. o Mucuna benetti F. Muell.
Las libretas del pintor revelan una gran diversidad de prácticas asociadas a su comprensión del paisaje.
Aneroide barómetro, ca. 1870
Fabricado por Paul Naudet
Bronce, cristal y cuero
Se utiliza para medir la presión atmosférica
Barómetro de mercurio, ca. 1890 - 1915
Negretti & Zambra, Londres
Bronce, cristal, marfil y mercurio
Flexómetro en centímetros y pulgadas, principios del s. XX
Manufactura inglesa
Fierro, bronce y tela
Catalejo, ca. 1870
Fabricado por Dollond, Londres
Bronce, cristal y madera de caoba
Binoculares multifuncionales con aumentos para mar, campo y teatro, finales del s. XIX
Fabricación francesa
Bronce, cristal y baquelita
Anteojos de presión para lectura, principios del s. XX
Acero, cristal y baquelita
Brújula equinoccial y reloj de sol, ca. 1880- 1915
Fabricación francesa
Bronce laqueado, bronce plateado, acero y cristal
Teodolito de minero, ca. 1890 - 1910
Fabricado por Troughton & Simms, Londres
Bronce, cristal y otros metales
Se utiliza para medir ángulos horizontales y verticales, distancias y elevaciones.
Termómetro e higrómetro, ca. 1860
Fabricado por Saussure
Bronce plateado, cristal, mercurio y cabello
Para medir temperatura y humedad del ambiente
Lupa botánica tipo Coddington, s. XIX
Fabricación alemana
Bronce y cristal
Colección Rickards de Historia Natural e instrumentos científicos
En 1865, siendo estudiante, Velasco se unió a sus compañeros de la Academia, Luis Coto y Rafael Montes de Oca, en una comisión exploradora que tenía la misión de informar sobre el hallazgo de unas ruinas en Metlaltoyuca, en el límite entre Puebla y Veracruz. Según informó el jefe de la comisión, Ramón Almaraz, en la memoria publicada, llevaron un teodolito de Troughton & Simms, una brújula de la misma marca, un anteojo de Rochon, un termómetro y una cinta métrica. Por temor a que se rompiera el barómetro de Gay-Lussac en el agreste camino, llevaron un aneroide. El grupo también llevó una cámara fotográfica, aunque Almaraz especificó que el trabajo de los dibujantes era indispensable para representar lo que este aparato no podía. Este conjunto de instrumentos hace referencia al papel concedido al dibujo en la exploración y su relación con los registros de medidas.



